Nam Mioho Rengue Kyo

Soy, pienso, hago, tengo y agradesco.

Suban el volumen y a disfrutar!

lunes, 14 de diciembre de 2009

Mi punto debil.

Noche tras noche cuando regreso a casa miro para ambos lados con mucha cautela, pongo la llave, vuelvo a observar ya con más alivio, entro, subo las escaleras, abro la otra puerta en la cual ya no observo hacia diestra y siniestra. Entro a mi pequeño departamento y veo que algún integrante de la familia todavía no llego. En ese momento es cuando esa sensación de ansiedad vuelve como cuando caminaba por la calle esperando no encontrarme a nadie que pudiera robarme algo más que la tranquilidad. Todos llegan, yo respiro pero caigo en la cuenta de que ella sale a las 23, que todavía no llego ese mensaje que alivia el pecho y me permite descansar. Nuevamente esa ansiedad que solo calma por momentos un “estoy en el colectivo” o “estoy por llegar”. Me desespera saber que tiene que caminar 3 cuadras para tomarse un colectivo y 3 al bajarse y marchar hasta su casa. “LLEGUE”. Fin de la locura, de ver a seres tan frágiles exponerse a la estupidez ajena. Un descanso para mi corazón que se cree invencible pero que se muere si a sus seres queridos le pasa algo. Puedo conciliar el sueño pero a la mañana nuevamente al ruedo.

¿Cómo se puede estar tranquilo ante tanta locura? En otros tiempos diría que es paranoia… pero la calle realmente se convirtió en un campo de batalla.

Si existe algo que no tengo… es miedo a morir. Pero mi peor pesadillas es que le hagan algo a un ser querido. A veces veo a las personas que quiero y las veo frágiles e inocentes y el solo imaginar que alguien los pueda lastimar me resulta inconcebible.

Creo que es fácil sentirse seguro de uno mismo, fuerte e invencible. Pero todos tenemos a alguien a quien cuidar que nos vuelve frágil con el simple hecho de imaginarlos llorar.

3 comentarios:

  1. Sabés que hay alguien que no sólo se preocupa por si VOS estás bien, sino que tampoco puede vivir sin vos.

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  2. Marce, la vida es hoy, este momento, el presente.
    No podés vivir en el pasado ni en el futuro.
    Claro, la cabeza es cierto, funciona a veces como una máquina del tiempo, llevándote atrás y adelante una y otra vez.
    Pero sabelo amigo.
    La vida es urgente, el resto es importante.
    Los hilos no los maneja nadie...
    Un abrazo

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  3. pd: ya está linkeado en mi blog señor...pase por tesorería, cheques a nombre de...ya sabe...

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